Presión en redes sociales: Boicot a programas TV – Casos La Noria & La Comay

Dos buenos ejemplos de ciberactivismo efectivo: amenaza de boicot a anunciantes de shows de TV en Puerto Rico y España

activismo-internet-mouse-redes-sociales_Cada vez presencio más demostraciones de activismo en internet / redes sociales, algunos con acciones reales, otros que no pasan del “vagactivismo“. Independientemente del efecto que puedan tener estas “revoluciones de tuiteros y feisbukeros”, lo que si es notorio es la acogida que dan las redes sociales a toda una carretilla de opiniones, críticas, quejas, ideas de diversos tipos, muchas veces de corte político-social. Por lo general, todas estas publicaciones de mensajes no pasa de ser sólo eso: escribir, publicar y más nada. Al momento se olvida.

Creo que el ciberactivismo debe tener dolientes, responsables, o como dicen los gringos, “accountables”; la queja o protesta en las redes sociales no debe enfocarse solamente en hacer saber o hacer quedar mal a algo o alguien; de alguna manera debe presionar a algo concreto, que se vea realmente motivado a un cambio.

Esto no siempre se logra presionando al “blanco” de las quejas / críticas, pero en algunas cosas, las redes sociales se utilizan para presionar directamente a un tercero que indirectamente presiona al objetivo de tu activismo. Quiero exponer estos 2 casos con ciertas similitudes, que me han llamado tanto la atención que los he analizado y querido compartir con ustedes, aún cuando están fuera de mi mercado.

Caso 1: Boicot a anunciantes programa de TV La Noria – Pablo Herreros Vs. TeleCinco en España

logo-la-noria1_La Noria era un programa semanal que se transmitía semanalmente por el canal español TeleCinco. Era de tipo de talk show, con duración de 2 horas y media, y contenía entrevistas de corte político y social, mezclado con trabajos de investigación.

La-Noria-Madre-El-Cuco-boicot-redes-sociales_Para noviembre del 2011, el programa gozaba de gran rating, y en una de sus entregas, transmitió la entrevista a una Señora llamada Rosalía García, madre de ‘El Cuco’, uno de los implicados en la violación, muerte y desaparición de una joven sevillana de nombre Marta del Castillo, caso que aparentemente atrajo la atención de toda España. Había un gran detalle, y es que algunos medios informaron que la Sra. Rosalía García, había cobrado entre 9 mil y 10 mil Euros por la entrevista, de cierta manera lucrándose del crimen que había cometido su hijo.

Es en este escenario donde el bloguero Pablo Herreros, publica un artículo titulado “Estas son las marcas que patrocinaron a la madre de un criminal” mencionando los anunciantes del programa y dirigiéndoles una carta, donde los invitaban a dejar de anunciarse en La Noria, o de lo contrario, “se promovería un boicot de sus productos“. ¿Una amenaza atrevida? Tal vez. El propio bloguero luego indicó que tal vez no había elegido las palabras más adecuadas.

Pablo-HerrerosLo cierto es que Pablo Herreros, que mantiene su blog de opinión desde el 2008 , y que parece ser muy leído, se apoyó en portal de peticiones online como actuable.es (ahora change.org)  para recopilar firmas que le acompañasen en su carta a los anunciantes. Logró más de 30 mil firmas, y los 44 anunciantes de La Noria decidieron retirar su publicidad de este programa, provocando que el mismo fuera relegado a otro horario para luego dejar de existir.

Pablo explica, en varios artículos en su blog (todos recomendados), sobre el poder de las personas, y cómo utilizó el activismo en internet y redes sociales no sólo para disuadir a los anunciantes de La Noria, sino también para solicitar al Gobierno que impida que programas de TV paguen por declaraciones a criminales o asociados (aquí acumuló 53,000 firmas, todavía sin éxito).

Recientemente, el canal TeleCinco, en una pésima jugada, decidió demandar a Pablo Herreros por “amenazas y coacciones contra sus anunciantes” por un monto de 3.7 millones de Euros y hasta 3 años de cárcel. Esta demanda luego la retiraron, cuando ambos lados llegaron al acuerdo de expresar que los anunciantes tienen pleno derecho de decidir qué programas patrocinar. Como quiera quedó mal parado el canal, creo que Enrique Dans analiza muy bien todo este desenlace aquí.

Caso 2: #TodosSomosJoseEnrique y Boicot a anunciantes de La Comay en SuperXclusivo en Puerto Rico 

En territorio boricua el canal WAPA TV transmite un programa llamado SuperXclusivo el cual cuenta con una sección protagonizada por una muñeca llamada “La Comay”, manejada por el titiritero Kobbo Santarrosa. La Comay es uno de esos programas de chismes que generan gran interés por el morbo de sus “hallazgos”, ya sean de temas políticos, de farándulas o cualquier figura famosa en general.

superxclusivo-LaComay-crisis-redes-sociales-boicot

SuperXclusivo ha gozado de muy buen rating, aunque no goza del aprecio de todos: si bien las masas no pueden desconectarse de la pantalla cuando La Comay aparece, en contraste, la población de “conectados 2.0” boricuas ha mostrado su rechazo al personaje por su oferta de contenido carente de calidad y educación, matizada aparentemente con chistes homofóbicos, racistas, entre otros. En cierto modo, contribuía a la cultura de odio en las masas de Puerto Rico.

Pero…esto no afectaba la facturación del programa, lleno de anunciantes, ni los que rechazaban el programa se pronunciaban en gran medida contra el mismo. Hasta hace unos días. El detonante del repudio fue el conjunto de declaraciones de La Comay sobre supuestas implicaciones en las que había sido asesinado el publicista José Enrique Gómez, un tema que estaba bien caliente en las redes sociales.

Todos-Somos-Jose-Enrique_2La muerte violenta del publicista, que se había dicho que era para robarle USD$500, había motivado todo un movimiento en las redes sociales de parte de los boricuas, que rechazan esta ola de inseguiridad y criminalidad. Se volvió una tendencia el subir fotos con un letrero simple de “Todos Somos José Enrique” o utilizando el hashtag #TodosSomosJoseEnrique, como manera de clara expresión de preocupación y repudio a la violencia y el peligro en la isla.

Volviendo al tema de La Comay, el personaje manejado por Santarrosa emitió unas declaraciones sobre la muerte de José Enrique, dando a entrever que el publicista “se lo había buscado” al aparentemente solicitar servicios de prostitución en una zona peligrosa de Puerto Rico. Obviamente, estas declaraciones no cayeron nada bien entre los boricuas activos en las redes sociales, y aparentemente, esa había sido la gota que derramó el vaso. La Comay se había metido con “uno de los suyos”.

Carlos Rivera, boricua residente en Nueva York, decidió ponerle un Pare a La Comay, de manera similar a lo que vimos en el Caso de La Noria: fijando como blanco los anunciantes del programa SuperXclusivo. Para esto, decidió crear una página de fans en Facebook llamada simplemente “Boicot contra La Comay” la cual llegó a 40,000 fans en sus 2 primeros días:

Boicot-Contra-La-Comay-Facebook

Originalmente dirigida hacia los anunciantes del programa, han logrado que en menos de 1 semana retiren su publicidad al menos 18 de los 30 anunciantes, incluyendo Wal-Mart, AT&T, Dish Network, entre otros. Sin embargo, he visto que en la página han tenido un segundo objetivo, y es el de provocar, directamente, la cancelación del programa, con una campaña de peticiones online, donde llevan más de 17 mil firmas. Digo directamente, porque debemos estar claros en que que sin anunciantes, indirectamente, se cancelaría el SuperXclusivo.

 En cualquier caso, los que hemos dado seguimiento al caso, estamos frente a una gran muestra del “Quinto Poder”, o el contrapeso al 4to. poder (la prensa, los medios), que pueda ejercer el pueblo (o una parte de él). Según explica el periodista Nelson Gabriel Berríos,  en su artículo “El Quinto P0der Vs. La Comay”, que las redes sociales han servido para que gente común y corriente, cansada de no poder hacer nada contra lo que considera injusto, se empodere contra eso que le afecta.

Mi análisis: ¿Por qué en ambos casos, las presiones en redes sociales sí funcionaron?

Como dije al principio, no es normal que escriba de un caso de web / redes sociales, que no ocurra en mi mercado, principalmente porque tengo un acceso “distinto” a las informaciones sobre los acontecimientos. Sin embargo, la primera vez que leí sobre el caso de La Noria me llamó mucho la atención, por lo simple y lógica de la historia. Pero esto ocurrió en España, que tiene un avance considerable en manejo de medios digitales en comparación con mi Rep. Dominicana.

Al ver los acontecimientos sobre el boicot a La Comay, que ha sido hasta ahora muy efectivo, asocié los 2 casos y me decidí a analizarlos, digamos que como compensación por mi artículo reciente de activismo en redes sociales en la reforma fiscal en Dominicana, en el cual concluyo que al movimiento le ha faltado un resultado concreto, que provoque un real cambio offline. Del estudio de los casos de boicot contra anunciantes de La Noria y La Comay, puedo deducir lo siguiente:

  • Las amenazas de boicot, como producto de una presión en redes sociales, tuvieron éxito porque estaban destinados a una marca, con algo considerable que perder. Tenga o no la marca presencia en internet o social media, si tiene algo de inteligencia sabrá sacrificar la exposición en un programa de alto rating con tal de evitarse un embarre en su reputación y un impacto negativo en sus ventas. También esto se dió porque existe un fuerte componente moral y de sentimiento de la comunidad / audiencia / clientela o cómo prefieras llamarlos.
  • Las marcas, en cualquier caso, salen mejor paradas si deciden retirar su patrocinio a este tipo de programas. Claro, antes se aprovechaban del rating de un programa con contenido de moral cuestionable, pero ahora, al ponerse del lado de los manifestantes, ganan puntos en sus tareas de responsabilidad social y corporativa.
  • peticiones-online_Creo que la razón por la que este ciberactivismo ha logrado cambios reales y en corto  tiempo, versus otros que he visto (como StopKony, Reforma Fiscal en RD), porque afectan a alguien que realmente le importa y le teme a ese grupo, aunque pequeño, de revolucionarios en las redes sociales. Si en mi país decidieran “amenazar con boicotear” el Gobierno, difícilmente los políticos se inmutarían, ya que la carencia de apoyo de este reducido grupo les resta muy poco.
  • Ambos medios afectados (TeleCinco y WAPA TV) se confiaron demasiado en su poder como medio y mostraron un pésimo manejo de la crisis en redes sociales. Incluso mi colega y amigo Juan Carlos Pedreira, a quién agradezco de haberme compartido toda la información sobre el caso de La Comay, nos cuenta aquí que en Twitter el sentimiento negativo contra la muñeca del SuperXclusivo subió de un 24% a un 42%, en apenas 4 días.
  • Estos casos dan pie a debates si esto es o no deseo de censurar los programas, libertad de expresión y demás yerbas aromáticas. Lo veo de la siguiente manera: Pedir que el programa no se apoye económicamente no es censurar, mandarlo a cerrar si lo es. Aunque hay una línea muy fina entre ambas acciones.

 Con esto no quiero dejar dicho que cualquiera puede montar una amenaza boicot en redes sociales y cerrar un programa, incluso el propio Pablo Herreros explicó que luego del caso de La Noria, se presentaron varios intentos parecidos con otros programa, sin éxito. El componente moral debe pesar mucho, debe haber un real riesgo de reputación a la marca, que pese más que la audiencia de su marca dentro de un programa de alto rating.

De cualquier manera, estos 2 casos los he considerado de grandísimo interés, y sirven de aliento para aquellos que no pierden la fe en hacer algún tipo de activismo basado en los medios 2.0.

 

 

Dominicano, trabajo en marketing digital, ecommerce y redes sociales. Doy cursos y consultorías del tema en América Latina. Papá de Lua y de Kiki. Amigo de lo real y la buena vibra.

¿Te gustó el artículo? Dale ya a compartir

PinIt