¿Te has puesto a pensar, qué tipo de actividad, en tu línea de trabajo como independiente o empresa, es la más rentable? Y por igual, ¿ya sabes cuál es el servicio o tarea, que menos rendimiento y desarrollo te brinda? En estos días estuve haciendo ese ejercicio mental, y digamos que la conclusión no me la esperaba.
En mi caso, tengo 2 líneas de trabajo remunerado claramente definidas: las consultorías (algunos proyectos ágiles y con desarrollo, otros algo lentos, otros clientes principalmente con actividades recurrentes), y las capacitaciones (abiertas que yo organizo, o inhouse o que me subcontratan dentro o fuera de mi país). Para mi sorpresa, éstos últimos representaban mayor rentabilidad en la práctica, por mucho, que lo que estaba consiguiendo con los proyectos.
Y me chocó bastante, porque siempre he pensado que la base de mi blog y cursos, debe ser la consultoría, ya que se traduce en acciones de un escenario real. Pero en la práctica, otra cosa ha sido. Me he comprometido con una buena cuota de proyectos, con múltiples actores y factores, que han tenido atrasos de meses. Proyectos con estimación inicial de 6 meses, que al año no han avanzado ni el 50%. Esto afecta el flujo de caja del proyecto, aunque el compromiso se mantiene, con la extensión de tiempo incluida.
Prácticamente todos los proyectos de consultoría que tengo de ese tipo, que contemplan que un equipo multidisciplinario, produzca algo nuevo (un sitio web por ejemplo), se han atrasado. Otro tipo de consultorías, que incluyen publicidad o planes estratégicos, se han demorado por falta de insumos o disponibilidad de recursos humanos. En general, premisas no cumplidas. Y de nuevo, con eso, demorado el plan de pago versus “estoy disponible para el proyecto”. ¡Es muy complejo! Y ha hecho que yo no desee tener más proyectos nuevos de ese tipo; debo buscarle la vuelta.
Me atrevo a comentar sobre el tema, porque sé que no soy el único. Le pasa también a un amigo, que le apasiona(ba) organizar eventos de tipo deportivo, entre otras actividades a las que se dedica. Se dió cuenta, que aunque teniendo buen manejo del tema, era un trabajo que siempre se complicaba: malas condiciones con los patrocinios, logística estricta, costos de operación, y siempre, el pago tardío del cliente. No tuvo de otra, que “soltar eso”. Se dio cuenta que cuando ganaba algo de dinero, ya le había invertido demasiado de su tiempo, y más aún, de su tranquilidad.
También he visto que les pasa, a aquellos proveedores que ofrecen algo recurrente y / o como parte de un paquete. Lo veo mucho en agencias. Te cansas de estar en una condición no muy clara de “iguala” o servicios completos, y entregar más de lo que entiendes contempla el acuerdo. O simplemente, te aburres de hacer semana tras semana, lo mismo. ¡No te desarrolla! Me lo comentan muchos amigos que trabajan en agencias.
Volviendo a mi caso, yo decidí ocupar mi cartera de trabajo, con más capacitaciones y no tener proyectos nuevos. No es solo el rendimiento de mi tiempo de hacer, por ejemplo, un curso inhouse. Es también la dinámica de brindar un producto o servicio, y lograr satisfacción de trabajo completado, en poco tiempo. Y encima, el pago con condiciones más cortas, que se traduce directamente en tu manejo financiero.
Yo sigo avanzando en los proyectos que tengo demorados, pero ahora, en lugar de esperar que me lleguen las oportunidades de capacitaciones, trabajo para que una cantidad X de las mismas, se produzcan al mes. Y por otro lado, no me faltarán consultorías. O mejor dicho, seguiré teniendo trabajo que me ayude con la práctica.
En mi caso, he decidido balancear para buscar más capacitación: el análisis por hora es de mucha mayor rentabilidad. Sé que en otro escenario había decidido no tener más cursos, por la intensidad del horario, pero ahora veo las condiciones con otros ojos. Sé que en otros colegas, encontrarán igual tareas, que parecieran su enfoque principal, pero que conforman una cartera de trabajos que no le hacen progresar realmente.
Incluso, saber que parte de mi trabajo será con las muy seguras capacitaciones, me permite concentrarme mejor en pocos proyectos de consultorías, versus en algunos que tienen un ciclo más lento y de poco aprendizaje y desarrollo. Después de todo, es lo que vi en mi ejercicio: solo capacitaciones y proyectos ágiles, movían la caja registradora y avanzaban en su cronograma, mientras el resto, solo demandaba algo de tiempo, mes tras mes.
Alternativas: Lograr mayor rendimiento del trabajo que ahora es complejo
Claro, siempre puedo buscarle la vuelta al tipo de trabajo que se complica: por ejemplo, una colega trabaja en otro esquema de consultorías, el de entregables en lugar del modo proyecto. Su trabaja contempla producir y explicar estos entregables, relevantes al funcionamiento de la empresa. El pago como tal, no depende de si lo implementen o no, ella con entregar, ya cumplió.
El tema de proyectos consultorías, al menos las mías, es que asumes que van a implementar. Yo era cuidadoso, en que no quería proponer algo que luego no se haría. Y de ahí, la dependencia a que los demás, para yo completar mi tarea. Pero también creo, que al cobrar principalmente por el entregable, el reto lo tiene el cliente, que si o si tendrá que implementarlo si quiere hacer valer su dinero. De nuevo, es una manera de replantear el trabajo que sabes hacer, para llevarlo a un modo en el que sea más rentable por tu tiempo.
Es una alternativa que puedo contemplar. Mientras tanto, me brinda confianza saber, que tengo mayor control en la relación tiempo dedicado versus ingresos por trabajo. Básicamente, al final de los últimos meses, contrastaba los ingresos de mi trabajo, con lo que le había dedicado tiempo cada mes. Incluso, me iba a mi “Correos Enviados” para tener una idea. Encontré que en general, hubo trabajos con ciclos cortos, y otros, con más largos o en suspenso. Algunos se tradujeron en pagos inmediatos, otros, para nada.
Es un ejercicio que recomiendo que hagas, con cierta frecuencia. Así no esperas a llenarte de pendientes y con poca liquidez, para darte cuenta de qué tipo de trabajo y clientes, deberías perseguir y cultivar, y de cuáles, tener cada vez menos. ¿Qué te parece? ¿Crees que cambiará la manera en qué aceptas clientes o proyectos?
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